domingo, 8 de diciembre de 2013

CRITICA: CLASH OF THE TITANS 1981

Este es el canto del cisne del dios de la animación stop motion Ray Harryhausen. En títulos como Jason y los Argonautas, Simbad y la Princesa, y El Viaje Fantástico de Simbad, Harryhausen se había establecido como el líder de la industria en cuanto a efectos especiales y espectáculo. Pero tras el suceso de Star Wars, la calidad técnica del filme de George Lucas marcó el final de una era y el principio de otra. Harryhausen intentó sin éxito continuar con su obra, pero con Simbad y el Ojo del Tigre y con Furia de Titanes terminaría por aceptar que sus shows de matineé habían pasado de moda y decidió jubilarse.
Debo aceptar que uno tiene ciertos estructuramientos mentales para aceptar o rechazar una película u otra. Como que las películas malas son disfrutables si son de los años 50, pero las de hoy en día resultan intolerables - comparen sino una película de Ed Wood contra un filme de Fred Olen Ray -. Algo similar ocurre con las cintas de matineé. El principal problema de Furia de Titanes es que es cine pasado de moda hecho con actores (relativamente) modernos. Ver a Harry Hamlin lidiando con monstruos hechos con los mismos FX de hace cuarenta años se ve tristísimo.
El tema no pasa tanto por el stop motion sino por la falta de pulido de los efectos visuales, cuya fotografía es muy dispar. Quizás la mayor traba que tiene Furia de Titanes es que la mayoría del presupuesto se fue en contratar luminarias para decir cinco minutos de estoicos párrafos (y con la cara seria), y mientras tanto el acabado técnico de la fotografía quedó a mitad de camino. Cuando los actores luchan con monstruos, lo hacen con muñequitos filmados en celuloide de calidad muy barata y el efecto nunca es creíble - los colores y las sombras no cuadran, nunca parece un combate real -. Si uno lo compara con la excelente El Viaje Fantástico de Simbad - también de la factoría Harryhausen -, Furia de Titanes se ve patética.

Pero los otros lastres que acarrea Furia de Titanes son de corte creativo. Aquí está Beverly Cross - autor del guión de Jason y los Argonautas - y figura un director de carrera televisiva como Desmond Davis, pero ambos son incapaces de hacer algo medianamente original o excitante - con la excepción del combate con la gorgona, que es la única escena de la película que realmente funciona como debe -. Aquí faltaban Brian Clemens y Gordon Hessler, los mismos de El Viaje Fantástico de Simbad, que en su momento pergueñaron una aventura inteligente y novedosa. Todo es rutinario y chato. No hay una secuencia que sea memorable. Y ni siquiera Harry Hamlin es un protagonista que destile simpatía o carisma.

Furia de Titanes puede estar ok para los fans de Harryhausen, pero a mí me pareció muy desprolija y ligeramente aburrida. He admirado obras de Harryhausen en el pasado, pero ésta no es la más feliz de ellas. Es una lástima que una entrega tan opaca sea la tarjeta de despedida del maestro, pero es el caso típico de un artista que no pudo adaptarse a la evolución de los tiempos. Actualmente está en proceso una remake con fecha de estreno para el 2010. Veremos que tal le va.


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