La historia del presente film es como la de la película de 1972 pero reduciendo metraje: el trasatlántico Poseidón naufraga la noche de fin de año debido a una gigantesca ola de origen inexplicable (¿para qué?) que hace que el barco quede boca abajo. Como suele ser habitual en este tipo de películas el capitán del barco es idiota y pide a todo el mundo que se quede donde está mientras esperan a un equipo de salvamento. Ilusos. Evidentemente, un grupo reducido de personas no se quedarán de brazos cruzados e intentarán llegar al casco para poder salir por los agujeros de las hélices y así poder salvarse. ¿Lo conseguirán todos?
Petersen va directo al grano sin perder tiempo en prácticamente nada. Lamentablemente esto no hace ningún bien a la película. Para empezar, la presentación de personajes es a la velocidad de la luz, con lo que prácticamente todos quedan desdibujados y responden simplemente a tópicos que ni siquieran tienen un mínimo desarrollo. A los diez minutos más o menos ocurre la tragedia, y evidentemente el film mejora, ya que Petersen quiere centrarse simplemente en la parte del espectáculo. Los efectos visuales son de primera, por supuesto, pero ahí se queda la cosa. Petersen se ha olvidado de algo realmente imprescindible en este tipo de películas: EMOCIÓN. El film no tiene ni la más mínima fuerza y sólo en una par de ocasiones es capaz de asombrarnos, pero siempre con el regusto de la indeferencia navegando alrededor.
La falta de pasión es latente ya desde la secuencia incial de títulos de crédito, donde la cámara nos lleva por todo el barco con unas panorámicas que intentan que nos quedemos con la boca abierta, cosa que no consiguen. Y eso que está impecablemente filmado. Respecto a los momentos fuertes por así decirlo, destacar cómo no, dos secuencias. Primero la de la impresionante ola que se lleva el barco por delante, donde ahí Petersen sí hace gala de un dominio perfecto de ritmo y montaje, sin escatimar además la crudeza, algo de agradecer es estos tiempos de “recortes”. Después, cuando un grupo de supervivientes deciden aventurarse a salir del barco, hay un momento en el hueco de un ascensor que está verdaderamente logrado. La dosificación de suspense es la justa y necesaria, sin alardear al respecto, y sobre todo una decisión que toma un personaje y que plantea una duda moral arriesgada. Algo con lo que te quedas pensando el resto de la película.
El resto es lo de siempre, espectáculo, pero friamente servido por un Petersen desganado. Ni siquiera ayudan las caras conocidas de un no demasiado llamativo reparto. El siempre carismático Kurt Russell está desaprovechadísimo. Richard Dreyfuss tiene un papel totalmente incoherente. Josh Lucas, que podría pasar por ser el hérore, o sea un papel que le iría mejor a Russell, está muy inexpresivo e incluso poco creíble. El resto están de adorno, con más o menos protagonismo, pero de adorno. Una película muy floja que después de vista se entiende perfectamente su fracaso taquillero. Aquí puede que funcione un poco mejor, pero mucho me temo que no estamos ante una de esas “películas de verano” tal y cómo podíamos pensar en un principio. Ese título se lo quedan de momento ‘Cars’ y ‘Superman Returns’ y que a mi parecer se les queda corto. Apesar de todo esto la pelicula es muy recomendable para pasar el rato y debo decir que la puedo ver sin cansarme
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