martes, 10 de diciembre de 2013

Critica: FANTASTIC FOUR

Si tenemos que hablar de adaptaciones mediocres de tiras de superhéroes, no hay peor destino que el sufrido por Los 4 Fantásticos. El comic, nacido en 1961 como una respuesta a La Liga de la Justicia de la DC Comics, fue una de las historietas más populares de la Marvel y pronto pasaría a probar suerte en la TV, con varias versiones animadas con el correr de los años. Pero tras el suceso del Batman de Tim Burton, Hollywood comenzó a olfatear que se aproximaba la moda de los superhéroes y todos los ejecutivos salieron corriendo a adquirir derechos de los mismos, sin importar si eran desconocidos o no. Los derechos de Los 4 Fantasticos fueron a parar a las manos de Roger Corman; pero la idea del productor - habituado a generar filmes baratos - no era desarrollar una película sino tener los derechos como rehén para poder revenderlos a buen precio a algún estudio major de Hollywood. Como el tiempo pasaba y la oferta no aparecía, antes de expirar la opción Corman decidió producir una versión infinitamente barata - Los 4 Fantásticos (1992) -, lo que prolongaría la retención de los derechos. El film de 1992 vive en la leyenda, ya que fue una película rodada con el único fin de ser archivado; con el tiempo comenzaron a circular versiones piratas (que uno puede obtener desde Internet), mostrando lo paupérrimo de la producción de Corman. Con el tiempo Corman lograría ceder los derechos a Chris Columbus (Mi Pobre Angelito), que aquí - en la versión 2005 - termina oficiando como productor.
Y la versión 2005 de Los 4 Fantásticos no es mucho mejor que la de Corman. Aquí los FX y la producción en general abunda en dinero y calidad, pero en cuanto a la parte humana y creativa los valores son muy pobres. El casting, en su mayoría, es desastroso, comenzando con Ioan Gruffudd, que compone a un Reed Richards tímido y contispado; después el horror de Jessica Alba - a quien un crítico calificó que "poner una latina con pelo rubio hace recordar a una prostituta" (sic) -, que es incapaz de actuar; y la inclusión de Julian MacMahon, que por lo menos no será memorable ni inspire amenaza pero resulta relativamente aceptable como un villano refinado. El problema es que su caracter - el Dr. Doom - es mucho más salvaje y malévolo que lo que le puede dar MacMahon al personaje. Al menos Michael Chiklis está ok, y Chris Evans se las ingenia para robar todas las escenas en las que aparece.


 Pero si el casting está mal, el director y los guionistas son terribles. Todo el film transpira mediocridad propia de una película para la TV. Los personajes son superficiales, actúan como tontos, hablan tonterías y resultan bastantes naif; del lado del mal, al menos, Von Doom pone algo de ganas, aunque el giro del personaje hacia su lado más nefasto es bastante abrupto y poco elaborado. Quizás el problema pase porque el relato intenta contar demasiadas historias de origen - imaginen si X-Men hubiera tomado el mismo camino; duraría 10 horas -, y lo correcto hubiera sido plantear una breve sinopsis del origen y arrancar con los personajes en plena acción. Pero aún así, no hay nadie que lidere el show, y el libreto se dedica a vomitar situaciones que olvida nmediatamente en la siguiente escena. Richards estaba fundido económicamente al principio del film; el tendal de muertos que deja Von Doom no le importa a nadie; y el millonario entra y sale del edificio Baxter - la base de los Fantásticos - como Perico por su casa.
No todas las historias de superhéroes deben ser oscuras para tener éxito; pero aquí los personajes son tan banales que a nadie le importa. Las situaciones en que se ven envueltos también son bizarras - la gran escena en el puente es de una superficialidad abismal, con pretextos tontos para mostrar sus poderes, amén de que ellos salen al rescate de un desastre masivo que comenzaron provocando (cuando Ben rescata al suicida) y que tiene agujeros enormes de lógica, como que la Cosa logre levantar un camión de bomberos apoyado sobre sus pies y sin ningún tipo de agarre -, así que de excitante no tiene nada. Al menos Chris Evans salva la hora, poniendo comicidad y carisma, algo que el resto del elenco carece ya que son unos muertos en vida.

La secuela sería Los 4 Fantásticos y Silver Surfer (2007), la cual no es mucho mejor.

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