DIRECCIÓN / PAÍS /AÑO:
Quentin Tarantino / Estados Unidos (2012)
REPARTO:
Jamie Foxx, Leonardo DiCaprio, Christoph Waltz, Kerry Washington, Walton Goggins, Samuel L. Jackson, Don Johnson, Bruce Dern, Franco Nero, Jonah Hill, Tom Savini, M.C. Gainey, RZA, James Remar, Todd Allen, James Russo, Tom Wopat, Misty Upham, Gerald McRaney, Cooper Huckabee, Dennis Christopher, Laura Cayouette
SINOPSIS:
Dos años antes de estallar la Guerra Civil Americana (1861-1865), King Schultz (Christophe Waltz), un cazarrecompensas alemán que le sigue la pista a unos asesinos, le promete al esclavo de color Django (Jamie Foxx) dejarlo en libertad si le ayuda a atraparlos. Terminado con éxito el trabajo, Django prefiere seguir al lado del alemán y ayudarle a capturar a los delincuentes más buscados del Sur. Se convierte así en un experto cazador de recompensas, pero su único objetivo es rescatar a su esposa Broomhilda (Kerry Washington), a la que perdió por culpa del tráfico de esclavos. La búsqueda llevará a Django y a Schultz hasta Calvin Candie (Leonardo DiCaprio), el malvado propietario de la plantación "Candyland".
CRÍTICA:
Quentin Tarantino es uno de los mejores directores contemporáneos. Es imposible que no haya unanimidad con sus obras, hasta los mayores genios de la historia tienen sus detractores, pero con pocas películas recuerdo en los últimos años que hubiera tanta como la hubo con Malditos Bastardos y con esta viendo las primeras impresiones parece que vaya a pasar algo similar. Personalmente y a falta de revisionar algunas para juzgarlas bien (y sobretodo volver a disfrutarlas años después) me gustó mucho hasta Grindhouse (Death Proof) que parece ser la que más descontentos tiene.
Que lo primero que se me pasara por la cabeza tras verla, es volverlo a hacer dice ya mucho de ella y de lo que me ha parecido y eso que dura casi 3 horas, las cuales se pasan volando. Si Malditos Bastardos era una gran película, incluso podría decirse que casi una obra maestra (o sin el casi), esta no se queda atrás. De hecho son muy similares ya no solo en su estructura narrativa sino que hay algunas secuencias que la recuerdan, como algunas de las que tienen máxima tensión con un Waltz invirtiendo el rol de malo intentando cazar a bueno al que intentan cazar en una batalla de intelectos, miradas y engaños.
Hablando más extensamente de las interpretaciones, decir que son todas soberbias, destacando por supuesto al cuarteto que más tiempo tiene en escena como son Jamie Foxx, Leonardo DiCaprio, Christoph Waltz y Samuel L. Jackson, de los cuales diríamos (sobretodo de los tres últimos) estando en la antesala de la gala de galas, que serían perfectamente oscarizables aunque solo Waltz haya sido nominado. Él en concreto da un recital como ya hizo en Malditos Bastardos, incluso superándose con de nuevo escenas para el recuerdo. Ayuda y mucho por supuesto, el exquisito guión de Tarantino, cargado de ingenio e ironía en cada uno de sus personajes y diálogos. Los fans de la sangre, los tacos y la violencia a la que nos tiene acostumbrados el director, tampoco saldrán decepcionados. Si todas estas cualidades fueran pocas, la película es ya no solo entretenida, sino divertida, por momentos hilarante y con un ritmo endemoniado que hace que se pase volando como decía, su extenso metraje.
Personalmente no soy un gran fan ni entendido del Western en general ni del Spaguetti western en particular aunque si se puede adivinar durante toda la película un aroma a ya desde su estreno clásico atemporal con muchas referencias y guiños (homenaje para algunos, plagio para otros...la eterna discusión) al género. Situada en la época de la esclavitud, Django es un negro que va a caballo, lo cual sorprende a negros y blancos. Una historia en la que empieza como ayudante de cazafortunas y acaba como despiadado vengador, una historia que hará las delicias de los fans del director que de nuevo, vuelve a no decepcionar. Ah! Como siempre y como no podría ser de otra forma, la BSO una delicia.
Nota: 8'5
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