martes, 26 de noviembre de 2013

Critica: HELLBOY

Hellboy es la creación de Mike Mignola, un reconocido historietista que ha trabajado en diversas series de comics como Superman y Batman. El personaje es fruto de circunstancias fortuitas, ya que Mignola creó una ilustración para ser utilizada en una convención de fans de comics, pero la misma terminó por ser descartada. Fascinado por el dibujo, Mignola emprendió la tarea de desarrollarle una trama, y junto con Johnny Byrne culminaron por venderle la idea a la gente de Dark Horse, una empresa especializada en historietas adultas y conocida por la adaptación al comic de algunos personajes de la pantalla grande, como Alien y Depredador.
Hay mucho en Hellboy que es fruto de la influencia de Hombres de Negro. Las agencias de lo paranormal trabajando para el gobierno, las conspiraciones subterráneas, la vida atípica que deben llevar sus protagonistas. Y también hay influencias de otros títulos como Spawn, donde seres demoníacos terminan operando del lado del bien. Pero mas allá del pastiche de fuentes inspiradoras, Hellboy logra mantenerse en pie y con dignidad, ya que cuenta con un buen ritmo de desarrollo, algunas ideas interesantes, y el personaje del título posee un carisma arrollador.


 En el celuloide Hellboy podría resumirse como Arnold Schwarzenegger encuentra a los mitos de Cthulhu. En la práctica, la rutina clásica de héroe de acción nunca deja de ser divertida, y las versiones de la misma (que hemos visto hasta el hartazgo en los años 80 con Rambos, Terminators y toda la troupe) dependen del carisma del protagonista para medir su grado de éxito. Por suerte el film cuenta con Ron Perlman, un actor espléndido al cual siempre se lo ha encasillado en papeles menores debido a su aspecto, y que termina por calzarse las botas que Schwarzennegger podría haber utilizado con los ojos cerrados. Perlman es un intérprete que ha brindado actuaciones muy finas, desde El Nombre de la Rosa hasta la recordada serie de TV La Bella y La Bestia; y acá exuda carisma, no sólo siendo un excelente ladrón de escenas sino que también lidiando a la perfección con todos los clisés que impone el genero : la acción descerebrada, el héroe con actitud, las frases cínicas al final de cada escena espectacular.
Pero donde Hellboy termina por diferenciarse y en adquirir personalidad propia, es en su adaptación de temas lovecraftianos a la historieta. H.P. Lovecraft es un autor de culto, que si bien siempre vivió a la sombra de las comparaciones de su obra con la de Edgar Allan Poe, terminó por desarrollar toda una mitología fascinante en todas sus novelas y cuentos, que son conocidos como los mitos de Cthulhu. Lovecraft habla de seres abominables, dioses aberrantes que moran en otras dimensiones y que dominaron la Tierra en épocas inmemoriales. Estos seres son amorfos, gigantescos, aterradores, con cientos de ojos y tentáculos, y son como entidades pensantes que flotan en una suerte de limbo, esperando escaparse hacia la Tierra por cualquier portal que pudiera abrirse. Cinematográficamente Lovecraft ha sido objeto de algunas adaptaciones, la mayoría terriblemente malas, y ninguna de ellas ha podido ilustrar las imágenes de pesadilla que el autor ha desarrollado en sus obras. Sorprendentemente, Hellboy reproduce a la perfección una enorme cantidad de estos conceptos : enormes monstruos flotando en el espacio, o visiones del futuro con la Tierra devastada, cielos rojizos y centenares de gigantescos tentáculos arrasando al planeta. Sin duda resulta visualmente fascinante.

Pero, mientras Hellboy combina a Lovecraft con la rutina ochentista de los héroes de acción, lamentablemente no pasa de ser mucho más que eso. No explora todas las fascinantes posibilidades que brinda la premisa, así como tampoco resulta claro cuál es la ganancia de los villanos al liberar a semejantes creaturas para devastar al mundo. En este último aspecto, la historia termina por ser bizarra, con supervillanos faltos de carisma y de propósitos claros, y con algunas presencias realmente inexplicables (aún dentro de lo disparatado de la historia) como el criminal nazi Kroenen, que no deja de ser un simple humano afecto a la autoflagelación (y que de pronto aparece como una entidad inmortal).

Hellboy es un buen film, aunque sea pura rutina. Lo que lo destaca del montón es Perlman y la influencia de Lovecraft. Del Toro es un director muy hábil que consigue anotar tantos extras en lo que podría haber sido un producto chato y tipico de la clase B. Y deja abierta la puerta hacia una posible franquicia que resultaría interesante seguir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario