sábado, 23 de noviembre de 2013

Critica: BATMAN & ROBIN

Es dificil decir algo fresco sobre un territorio arrasado y tan conocido por todo el mundo. Creo que los fans del personaje han leído casi todas las críticas posibles sobre Batman y Robin, quizás en su afán de encontrar algún tipo de insulto novedoso, alguno que no se le hubiera ocurrido a nadie hasta ahora. O quizás estén en la búsqueda de algún factor - por pequeño que sea - que permita redimir mínimamente la película ante los ojos de quienes aman al superhéroe. Batman y Robin es simplemente un desquicio: una catarata de excesos visuales, sobreactuaciones, espantosos diálogos, y personajes huecos. En todo ese cataclismo creativo el único que sobresale es Arnold Schwarzenegger, quizás porque su rol tiene más substancia que todo el resto de los personajes juntos; pero decir que el Arnoldo es el que da la mejor perfomance de toda la película es una clara muestra de lo horrendo del resultado final, fruto de las temibles elecciones defecadas por las mentes de una parva de creativos a quienes se le confió ciegamente una franquicia millonaria... y a la cual terminaron por lanzar al vacío desde el precipicio más alto que encontraron.
Es difícil encontrar un punto por donde empezar, ya que las imagenes se acumulan en mi mente a borbotones. Lo que haremos, pues, es disparar ideas sueltas. La atmósfera de discoteca gay que tiene todo el filme. El pésimo revival del humor camp que impregnaba la clásica serie de 1966 (incluyendo peleas ridículas - a las que solo les falta los ¡zaap! y los ¡kapow! -, las tomas torcidas y los colores sicodélicos). La total falta de tensión, ya que héroes y villanos tienen gadgets para resolver todo tipo de situaciones en todo momento (incluso los más ridículos jamás concebidos por el hombre, entre los que se cuenta el batimovil "disco" lleno de luces, y el supositorio metálico que conduce Arnold por las calles de Ciudad Gótica). Las proezas físicas absurdas, con gente y objetos volando ante el más minimo impulso / golpe. La horrenda perfomance de George Clooney, que parece un Batman estreñido y con mal de Parkinson (siglos antes de que Steven Soderbergh le enseñara a actuar). La excesiva cantidad de héroes y villanos (tres por bando), con escasísimo tiempo para darle algo de profundidad a cada uno (algo que el filme ni siquiera intenta). La prepotente irrupción de Batichica, aquí remodelada como sobrina de Alfred en vez de hija del comisionado Gordon, la cual se convierte en superhéroe en menos de cinco minutos y con una absoluta falta de entrenamiento. La enfermedad mortal de Alfred que se cura en cinco minutos. Los miles de chistes malos que hace Arnold. La estúpida causa que impulsa al personaje de Uma Thurman. Los trajes con pezones y nalgas marcadas. Y la lista sigue, y sigue... y sigue.
Estaría mintiendo si dijera que odio a Batman y Robin. Hubo bodrios peores que me daban ganas de tirar el dvd por la ventana a los cinco minutos de comenzado el filme. En todo caso la película es un desastre épico, simplemente porque su concepción está tan viciada de errores que resulta sorprendente. Ya Batman Forever era atroz, pero aquí se han superado, y todo esto está a miles de años luz de la gloriosa óptica oscura que Tim Burton le había impreso a la saga en los dos primeros filmes (y ni hablar si los comparamos con la etapa de Christopher Nolan). Toda la oscuridad y la complejidad sicológica se han esfumado, trocándose por un espectáculo de drag queens. Anticipando a lo que puedan decir los tarados de turno, no soy homofóbico en absoluto (repito por enésima vez), pero la puesta en escena es desubicadamente gay. Y, en cuanto la historia, está escrita por un ignorante, alguien que no sabe de què trata Batman. Podemos echarle la culpa al evidente hecho de que Akiva Goldsman tiene amigotes en todo Hollywood, los cuales les permiten seguir trabajando y haciendo cosas feítas como ésta. En todo caso Batman y Robin es una muestra patente de la desidia de los estudios, quienes le dan via libre a terribles creativos mientras éstos continúen filmando peliculas que generen ganancias. Batman Forever recaudó bien, simplemente porque la gente ni sabía que se había ido Tim Burton; pero con Batman y Robin los espectadores ya estaban advertidos de la horrenda perfomance de Schumacher como director y optaron por el éxodo masivo. Y podríamos decir que fue una desgracia con suerte, ya que le dieron una patada en el tuje y trajeron a Nolan (por favor, todos de pie y con una mano en el pecho!), un tipo que elevó al personaje al status de historia para adultos. Pero, salvando ese detalle, solo me resta poner una gran advertencia roja - que incluya una calavera y dos huesitos cruzados - sobre Batman y Robin, sencillamente porque es una muestra del peor cine comercial que haya hecho Hollywood en los últimos 15 años, la que intenta maquillarse de gran cine simplemente porque viene en un millonario envase de lujo.

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