martes, 26 de noviembre de 2013

Critica: SUPERMAN: UNBOUND

Superman: Unbound es una nueva entrega del universo animado DC. En esta ocasión lleva al hijo de Kripton a unas alturas tales que me animaría a decir que ésta es una de las mejores películas de Superman - si no, la mejor -. Quizás el final es discutible y no esté a la altura del fino desarrollo previo, pero sin dudas es una de las historias más adultas y mejor desarrolladas del encapotado alienígena.
Superman: Unbound se basa en la novela gráfica de Geoff Johns, la cual data del 2008. Ya de arranque nos damos cuenta que se trata de un filme adulto cuando la cámara muestra cómo le arrancan un ojito a un alien y se lo sustituyen por un dispositivo cibernético. Pronto nos enteramos que el extraterrestre devenido en cyborg es una entidad llamada Braniac, a la cual le han dado la órden de obtener información sobre todas las razas existentes en el universo. El problema con Braniac es que el tipo se toma el trabajo tan a pecho que decide capturar las ciudades más grandes de los planetas que visita, y arrasar el resto. Y las ciudades son reducidas al tamaño de una maqueta de juguete, formando parte de una vasta colección que da cuenta de los mundos que ha destruido Braniac para aumentar su conocimiento sobre el universo.

Ciertamente no es un enfoque original - a final de cuentas es una historia similar a la de Galactus, el Devorador de Mundos, personaje de la Marvel que data de 1966... si bien Braniac fue creado en 1958 y ha sido reinventado tantas veces (como cerebro guardián de Kripton y destructor del planeta natal de Superman, o como terrícola poseído por una malvada entidad alienígena, amén de clonarlo y mezclarlo genéticamente con Lex Luthor entre otros culebrones comiqueros) que hay infinidad de versiones de un mismo personaje - pero es válido y, fundamentalmente, sirven para sacar a Superman del aburrido escenario terrícola de siempre - ése en donde vive batallando con Lex Luthor y sus retorcidos planes terrenales -. En más de un sentido Superman: Unbound pone al hombre de acero en una aventura galáctica similar a las de Linterna Verde, con el contacto con otras civilizaciones alienígenas y resolviendo problemas a nivel universal. Es refrescante ver al ecanpotado rojo volando en naves espaciales o cayendo en mundos en donde sus poderes están disminuídos.



Por otra parte el libreto se da maña para integrar a la insulsa Supergirl de manera consistente a la aventura galáctica. Aquí es una heroina en busca de su valor, y atormentada por el recuerdo de la invasión de Braniac a la ciudad kriptoniana de Kandor - ésa que se encuentra encerrada en una botella y que forma parte del folklore del personaje -. La chica encuentra su punto de equilibrio cuando debe enfrentarse al cyborg alienígena y resolver sus miedos mientras destroza infinitas oleadas de robots asesinos. Otra que una terapia de shock.

Y el último punto destacable es la relación personal de Lois Lane con Supie, cuya identidad secreta ya conoce, y lo cual le da una dimensión diferente y más que interesante a su eterna (y nunca concretada) relación. Ya habíamos visto algo similar en Superman vs The Elite, pero aquí está llevado al paso siguiente, además de ser un desarrollo maduro y más que lógico (sólo un miope no puede ver que Clark Kent y Superman son el mismo tipo, sólo que uno tiene gafas y el otro no).

Mientras que las tres historias - Braniac devorando mundos, Supergirl resolviendo sus traumas, Lois y Clark definiendo su relación - están desarrolladas como corresponde a un auténtico comic maduro, sin dudas las palmas se las lleva el cyborg alienígena. Primero, porque la interpretación vocal de John Noble - Fringe, El Señor de los Anillos: El Regreso del Rey - es formidable; y, segundo, porque tiene algunos parlamentos deliciosos. Es un Dios cibernético que ha perdido el horizonte de su misión y que desea absorber y destruir con tal de no compartir sus conocimientos. Hay algo nihilista en su ser, un individuo que le niega la razón de ser a los demás con tal de cumplir el propósito de su existencia - la cual es una búsqueda constante e inagotable -. ¿Qué utilidad tiene el poseer la sapiencia de 10.000 mundos e infinidad de razas alienígenas extinguidas bajo su mano?. Ni siquiera dicho saber lo utiliza para establecerse como un conquistador del universo, sino que es un destructor compulsivo obsesionado con su trabajo sin cuestionar nunca el por qué de su causa. Y eso lo hace un villano inteligente, atractivo y enigmático, un personaje apasionante de analizar.

En sí, no hay desperdicio alguno en Superman: Desatado. Las interpretaciones vocales son excelentes - incluso la de Matt Boomer, que suena como un Superman perfecto; y quizás lo más flojo sea Stana Katic, algo anodina como Lois Lane aunque después termina por encontrar sus propios pies a medida que avanza el relato -, la acción está rodada con brío (éste sí que es un Superman 110% badass!), y hay un villano memorable. Quizás el final - con la sobrecarga sensitiva del villano - me suene algo traído de los pelos pero, por lo demás, es una historieta notablemente adulta y excepcionalmente bien desarrollada. Y espero que todas las adaptaciones futuras de la DC Comics sobre el Hombre de Acero tengan tanta altura como ésta, ya que es el molde de calidad e inteligencia que deberían respetar los comics de ahora en más para no ser considerados pasatiempos simplistas y baratos.

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