viernes, 29 de noviembre de 2013

CRITICA: I, ROBOT

Esta versión de Yo, Robot es un verdadero travesti cinematográfico. El libro original de Asimov consistía en un compilado de nueve cuentos de temática muy dispar, caracterizados por la presencia de androides en todos ellos, y por la aplicación (o excepción) de las llamadas Tres Leyes de la Robótica, enunciadas por Asimov en 1942. Las leyes consisten en una serie de postulados sobre los cuales se debería programar la conducta de los robots, siendo 1) que los robots no pueden dañar a los humanos, 2) que los robots deben obedecer a los humanos, a menos que éstos le brinden una orden que entre en conflicto con el primer postulado, y 3) que los robots deben proteger su propia existencia, a menos que entre en conflicto con el item 1 y 2. Como sea, lo que aparece en pantalla no es el libro de Asimov sino un guión de Jeff Vintar, maquillado de manera abundante por Akiva Goldsman como para que tenga algunos nombres y referencias de la obra de Asimov. Más allá del sacrilegio inicial, Yo, Robot 2004 surge como una obra muy superior a lo esperado aunque la historia termine siendo torpedeada por el climax, el cual no se condice con las expectativas creadas.
Uno no puede esperar fidelidad de un producto hollywoodense y, como en mi caso desconozco la obra de Asimov, los argumentos de herejía me suenan cortos. En todo caso, me enfoco en las virtudes del trabajo que tengo delante, el cual ha sido dirigido con mano experta por Alex Proyas - El Cuervo, Dark City -, un tipo que sabe de ciencia ficción y la respeta en serio. Proyas da a luz una aventura inteligente, llena de suspenso y escenas espectaculares. Considerando que en esto metió mano el polémico Akiva Goldsman - el tipo que reventó la franquicia del encapotado con el libreto de Batman & Robin, pero también dió a luz cosas como Una Mente Brillante o El Codigo Da Vinci -, el resultado es mucho mejor que lo esperado.

Esta es una conspiración de manual que ya la hemos visto en cientos de películas anteriores. Muerte misteriosa en una corporación, detective que le tira los galgos a la persona de enlace que le ha provisto la empresa, un CEO con bastante secretos, atentados a cada rato contra la vida del policía, etc, etc. La gracia es que uno de los sospechosos resulta ser un robot, el cual no sólo es un prototipo mucho más fuerte e inteligente que los pares de su generación, sino que también carece de la programación de las tres leyes de la robótica. Ah! Y tampoco tiene modem (¿un US Robotics de 56k?), con lo cual no recibe actualizaciones automáticas de la central. Como quien dice, tiene el AVG, el Real Player y el Windows totalmente desactualizado.



A pesar de que todo esto tiene cierto tufillo a reciclado, Yo, Robot es un filme que me entusiasma mucho. O por lo menos, lo hace hasta el climax en donde todo se va al diablo. El problema no es la espectacular batalla en el centro de cómputos de US Robotics, sino la necesidad de darle un final feliz a una historia que no lo precisaba. Hay momentos en que la película sigue tan fuertemente el patrón de La Conquista del Planeta de los Simios - ahora hay robots instalados en todos los hogares del planeta, en vez de simios; hay un lider que lleva a la masa a la revolución; quienes no se plieguen a la revuelta serán apresados o destruidos -, que resultaba imprescindible que el climax terminara en un desastre - la victoria de los robots sobre la humanidad, la huida de la doctora, el prototipo y Will Smith a las colinas para encabezar una contrarrevuelta -. Aqui habia material para una trilogía épica de cómo los androides se apoderaron de la Tierra, pero el libreto decide castrar a último momento todo su potencial. Allí radica mi mayor critica al filme.

Por lo demás, Yo, Robot es una gran película. La acción es formidable, Will Smith derrocha carisma, y las palmas se las lleva el robot humanizado que compone Alan Tudyk. Es un espectáculo pochoclero bien hecho, con un plus inteligente que la hace superior a la media. La macana es que, a último momento, decide ser políticamente correcta y no se anima a explorar lo que hay más allá de la premisa, lo cual hubiera dado lugar a una saga apasionante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario