viernes, 22 de noviembre de 2013

Critica de el Increíble Hulk (2008)

El gran acierto de 'El increíble Hulk' en comparación con otras películas de superhéroes es que prescinde de la habitual explicación de los orígenes del héroe. Se trata de una decisión acertada porque, por un lado, el nacimiento de Hulk carece de suficiente atractivo como para dedicarle minutos en pantalla; y, por el otro, porque sin presentación de los hechos puede pasar directamente a la acción.

Además, la anterior adaptación de la Masa, la fallida 'Hulk' de Ang Lee, ya contaba los orígenes del héroe, y aunque el filme de Leterrier no es una secuela, sino un 'reinicio' de la historia, la distancia temporal entre ambas es lo suficientemente escasa como para que la crónica de los orígenes hubiera resultado repetitiva.

Así, la trama de 'El increíble Hulk' arranca con su protagonista, el científico Bruce Banner, en una favela de Brasil, donde se esconde del ejército norteamericano mientras busca una cura para su mal. Desde esas primeras escenas se observa ya la que será la tónica del filme: acción, acción y más acción.

Porque 'El increíble Hulk' carece de guión elaborado, que tampoco es que el argumento original dé para muchas complejidades, pero sí se podía haber exprimido más, por ejemplo, la dualidad entre la timidez/calma de Bruce Banner y el arrebato furioso de Hulk. El resultado visto en pantalla es, sin embargo, una sucesión de enfrentamientos que, ya que no sorprenden, por lo menos entretienen.

Junto con el guión, el otro gran problema que impide situar la película de Leterrier entre los buenos productos de la factoría Marvel reside en sus personajes. Con la excepción de Bruce Banner, a quien da vida un siempre eficiente Edward Norton, el resto son más planos que sus versiones de papel.

La actriz Liv Tyler, por ejemplo, da vida a una 'chica del héroe' aún más florero que la Jane de Natalie Portman en 'Thor'. Y a Tim Roth, el villano, cuesta mucho, muchísimo, imaginarlo como un súper soldado (el físico es lo que tiene). El cuarto personaje importante es el general Ross (William Hurt), quien tampoco consigue transmitir el atractivo propio de los malos de películas.

Pese a esos factores que impiden hablar de buena película, la cinta logra entretener y figurar, al menos, en el grupo de filmes palomiteros que alcanzan su objetivo. Además, esta versión de la Masa, más furiosa y temible que la anterior, la de Ang Lee, es más acorde con el personaje de los cómics. Porque, seamos sinceros, la Masa es la Masa, un bicho verde enorme al que le gusta dar mamporros y destruir cosas a su alrededor. No es Superman, ni Batman, ni ningún otro superhéroe con conciencia de héroe salvador.

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